Desde la semana del 16 de Marzo, como parte del Proyecto Eco Agustino, se nos propuso ir a limpiar la playa de Llanavilla (21 de marzo), lugar donde hay un colegio al cual alumnos de Ciudad de Dios llegan a ir como parte del curso. Muchos pensarían que el limpiar la playa es algo sólo agotador y sin sentido ya que; vas a dar todo de ti, esforzarte mucho por sacar cada pedazo de basura y “sacarte el ancho” por lo que es de todos, para que al final alguien más venga en los próximos minutos a los que te fuiste y deshacerlo todo. Pero, la idea es aportar con tu grano de arena y ponerte firme frente a la indiferencia del otro, y alentar a que su indiferencia se vuelva empatía.
Ese día comenzó de una forma tranquila, había tenido mi primera sesión de catequesis (debería ser la segunda pero la semana anterior a esa estaba de viaje) en la cual hablamos de las máscaras de una persona, donde muchos nos dimos cuenta de qué “personalidades” tomamos al momento de estar con nuestros amigos, familia, etc. Luego de ello, eran ya las 11:30 A.M. lo que quería decir que teníamos alrededor de 30 minutos para almorzar y subir al bus que nos llevaría a Llanavilla. Estuve alrededor de 5 minutos buscando dónde es que nos íbamos a reunir para almorzar (habían dicho que en el salón, sin embargo, lo vi cerrado por lo que los fui a buscar a otro lado). Cuando llegué el punto de encuentro (el salón al parecer) me encontré con algunos amigos que ya estaban terminando de almorzar, pero; la Miss Rose estaba algo molesta, ya que algunas personas se habían ido del colegio para ir a comprar su comida a McDonald’s, Burger King, etc.
Cuando finalmente terminamos de almorzar, nos dimos cuenta de que teníamos alrededor de 5 minutos para llegar a los buses o si no, nos dejaban. Cuando llegamos a los buses, nos dimos cuenta de que nos faltaban miembros del salón, sin embargo, no era algo “que lamentar” ya que los que no estaban habían confirmado su inasistencia por diversos motivos.
El camino hacia Llanavilla fue algo corto, para “matar el rato”, realizamos diversas cosas como escuchar música, dormir, leer, etc.
¡Finalmente, llegamos! Esa emoción se borró rápidamente de mí al ver las condiciones deplorables en las que estaba todo, además del sofocante calor (aunque era lo de menos). Sin embargo, los alumnos de 5to. de Secundaria nos apoyaron, ya que habían limpiado un poco previo a nuestra llegada.
Tuvimos que pasar un pequeño camino para llegar; el cual tenía un olor desagradable, además de grandes charcos de agua sucia.
Al llegar a la playa, algunos tenían aspecto de querer volver al bus de inmediato. Sin embargo, algunos manteníamos el espíritu vivo, ya que estamos conscientes de que lo que hacemos es por un bien común. Además, promovemos el cuidado del medio ambiente y tal vez alguien reflexione mediante nuestra obra.
Trabajar en comunidad con Pierol Quispe y Wang Quin Wong no estuvo nada mal, nos organizamos de buena forma y nos turnamos de manera práctica los momentos en los cuales uno o sostendría la bolsa de basura o recogería la basura. Por otro lado, el único inconveniente que tuvimos fue la distancia en la que nos colocamos del resto, ya que cuando me tocó ir por una nueva bolsa de basura, tuve que saltar un largo recorrido hacia el lugar donde estaban las bolsas (el saltar me resultó una buena forma de llegar a las bolsas sin hundirme en la arena).
Al terminar el día, estábamos completamente agotados, pero satisfechos por nuestras acciones.
EXPERIENCIAS LOGRADAS:
BUSCA LA VERDAD Y ACTÚA CON COHERENCIA: Esto se ve reflejado en el momento que limpio la playa, ya que sé que colaboro con el cuidado del medio ambiente.
SE COMPROMETE Y ESFUERZA: Debido a que sin contar el calor y el olor que había alrededor, pude dar lo mejor de mí y limpiar.
TRABAJA EN COMUNIDAD: En conjunto con Wang Quin Wong y Pierol Quispe.
SIENTE CON LA IGLESIA Y CON EL MUNDO: Ya que al participar en esta actividad, reducimos en un pequeño porcentaje la contaminación ambiental.
EXTENSIÓN: 704 palabras.
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