A comparación del sábado anterior, me sentía menos ajetreado y más calmado emocionalmente, lo que me hizo pensar que haría una sesión de clase aún mejor. Sin embargo, no fue así.
¿HASTA QUÉ PUNTO EL EXCESO DE CONFIANZA Y EL AMOLDAMIENTO HACIA LOS CHICOS GENERA FALTA DE RESPETO HACIA NOSOTROS?
Al llegar al Puericultorio y encontrarme con los chicos todo parecía normal, hasta que de pronto, empezó la motivación.
Como mencioné en la bitácora anterior, para los chicos con los que realizamos las sesiones, motivación significa "fútbol". Sin embargo, el día de hoy habíamos comenzado contando chistes, lo cual no llevó a nada bueno. Cada uno de nosotros tuvo que contar un chiste (yo no me acordaba de alguno por lo que me quedé callado) y de pronto, un chico se ofreció a contar un chiste por lo que lo dejamos participar, contó un chiste con muchas lisuras, por lo que le dijimos que no se debían decir esas palabras. Al oír esto, el chico nos dijo que nosotros también lo hacíamos (eso me hizo ver que si quiero dar el ejemplo, tengo que hacer lo que predico). Luego de ello, comenzaron a jugar fútbol por casi 20 minutos, y de repente, apareció nuestra tutora. Nos preguntó lo que hacíamos, a lo que le dijimos que hacíamos la motivación. Lo que me calmaba hasta ese momento era que no hubo ningún niño peleándose como la última vez.
Al comenzar la clase, le dijimos a los chicos que les contaríamos un cuento de Harry Potter, a lo que reaccionaron de mala manera ya que lo hicimos la primera vez que fuimos. Es importante saber que al principio, hacíamos guiones para las sesiones, ahora, sólo escenificamos la historia mientras que cuentan el relato debido a que lo primero no le gustó a los niños. Cabe resaltar que cuando llegaban los momentos de "enfrentarnos" en la obra, lo hacíamos con varitas, y en vez de hacer como en las películas de magia, literalmente nos lanzábamos la varita unos a otros.
Acabado el cuento, decidimos hacer una ronda de preguntas para poder analizar si es que habían comprendido el cuento o no. Concluyo que lo comprendieron un 50% e incluso se esforzaron por contestar (aunque intuyo que fue por el hecho de que les dábamos caramelos a los que acertaron), aunque lo importante es que hayan escuchado y no solo oído nuestra historia.
Al terminar, dejamos ir a jugar a los chicos. Sin embargo, 1 niño se quedó con nosotros porque le habían dado una lectura y quería que se la leyéramos. De pronto, apareció un chico con una planta con espinas queriendo hincarnos (no logró hacerlo con nosotros pero sí a sus demás compañeros) por lo que me encargué de quitarle algunas espinas de la ropa a uno de ellos mientras que algunos de mi equipo hablaban con el causante.
Al llegar al colegio y realizar el feedback, concluimos que no podíamos adecuarnos completamente a los chicos y mantener de cierta forma la estructura planeada (digo "de cierta forma" debido a que hay que tener planes alternativos para continuar con la sesión si es que el primero falla), además de no ponerse NUNCA en la facción "ya fue" debido a que si los chicos lo notan, perdiste.
Es por ello que el exceso de confianza y el amoldamiento hacia lo que los chicos querían desencadenó una gran falta de respeto hacia nosotros porque piensan que estamos obligados a hacer lo que quieran siempre. A raíz de ello, considero que si bien debemos solidificar el vínculo con los chicos, debemos dejar claro que si bien es cierto estamos para divertirnos con ellos, también estamos para aprender y trabajar.
EXPERIENCIAS LOGRADAS:
CONOCERSE, ACEPTARSE Y SUPERARSE: mediante la sesión de hoy, aprendí de que para dar el ejemplo, debo hacer lo que predico.
TRABAJA EN COMUNIDAD: considero que esto se realizó en base a que mientras yo le sacaba algunas espinas a un chico, otros de mi equipo iban a hablar con el causante.
EVIDENCIAS:
EXTENSIÓN: 669 palabras







